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EL SABIO DE HORTALEZA

EL SABIO DE HORTALEZA

EL SABIO DE HORTALEZA Luis Aragonés ha sido el entrenador que ha confeccionado el mejor equipo en la historia de la Selección Española, ha sido el que ha transmitido un estilo de juego y ha creado un grupo único. Luis es la persona que mejor conoce este equipo y parece que tiene vetado opinar sobre el juego de la Selección, aquí puede opinar cualquiera, la mayoría fantasmas que solo dicen bobadas patrióticas que no conducen a ninguna parte, pero si te sales de esta corriente eufórica y exaltada donde es pecado decir “la Roja” y lo lógico y bien visto es somos los mejores y a por todas, ea con esto todo solucionado, pues bien si no eres de esto te critican, Luis no solo tiene derecho a opinar lo que crea conveniente es el que mas derecho tiene y el que mas coherencia está poniendo con sus apreciaciones.
Del Bosque ha cambiado el sistema de juego, esta selección no es la nuestra, la grande de Luis, la del famoso “tiki taka” esta es la selección de un hombre tranquilo que no le niego su sabiduría futbolera pero que poco ha descompuesto ese juego preciosista y aguerrido que el Sabio de Hortaleza había creado.
Siempre se ha dicho que un equipo tiene el estado de ánimo de su entrenador y esta España no es la España de Luis, del ganador nato, del viejo que viene de vuelta y sabe mas que los ratones coloraos, del seleccionador que le importa un pimiento la presión mediática (caso Raúl) y juega y no juega quien él cree conveniente muy al contrario del actual entrenador donde no se transmite no se inculca ese espíritu aguerrido a los chicos, no es capaz de dejar fuera a estrellas que no están en forma caso de Torres o Casillas y no es capaz de dejar a Busquets como único pivote y dejar fuera a Xabi Alonso. ¿Así se puede ser campeón? Si claro pero de carambola, ganado con contundencia como lo hacíamos en la Eurocopa jugando bien, dando espectáculo y siendo la admiración del mundo, no es como gana la Selección o al menos por mi parte no lo veo así y cada partido termina siendo un suplicio, en fin ¡alea jacta est!
RAFAEL FONTALBA